
Tienes lo que consideras buenas imágenes y textos “interesantes” publicados en tus redes sociales pero nadie comenta, ni dan like ni mucho menos comparten tus contenidos.
Una triste realidad que a muchos agobia y que proviene de una serie de malas prácticas que acá te enseñaremos a corregir.
Antes que nada hay que tener claro algo: Las personas reaccionamos ante las motivaciones.
Esto quiere decir que lo más prioritario es encontrar la forma de conectarse con tu audiencia. Esa es la palabra clave: Conectar.
¿Cómo se hace para conectar con la audiencia? Bueno, hay que comenzar definiendo a quiénes van dirigidos tus contenidos.
Aprende a definir tu público objetivo
Target, público meta, segmento de la población a la que van tus mensajes, llámales como quieras, pero ten siempre presente lo que en verdad son: Personas humanas, como tú, con intereses relacionados a tu marca, tus productos o servicios, además de potenciales clientes.
Por ejemplo, si vendes ropa deportiva, tu público objetivo son personas aficionadas de los deportes, mayoritariamente hombres de diferente edad.
Sabiendo esto, ya tienes una referencia de cómo son las personas a quienes van dirigidas tus publicaciones.
Tienes que visualizarlos, conocer sus intereses y cuáles son las necesidades o problemas que puedas resolver con tus post. Lo mismo aplica para el contenido de entretenimiento o el de generar enganche.
Ahora bien, “Hombres, de distintas edades con afición al deporte” es un target bastante amplio. Hay que pasar al siguiente nivel de segmentación: “The buyer person”
Encuentra a tu cliente ideal
No es lo mismo público objetivo que cliente ideal. Repítelo tantas veces como necesites para entenderlo.
En tu mente haz un ejercicio de imaginación y visualiza cómo es tu cliente ideal, toma en cuenta todos los aspectos del contexto de tu actividad comercial.
Agrega todo lo que consideres necesario para filtrar, edad, posición socioeconómica, ubicación geográfica, los equipos a los que apoya, hijos, nietos, etc.
“Hombres aficionados al deporte de todas las edades” hay muchísimos pero debes buscar más profundamente para precisar a tu cliente ideal en medio de ese universo llamado público objetivo.
Una vez que lo tengas claro, entonces procede. Dispara todas tus flechas hacia ese objetivo de forma estratégica y mesurada.
No te olvides jamás que la venta es básicamente un juego de seducción, tu misión es atraer a esas personas a que satisfagan sus necesidades con lo que tú vendes u ofreces.
¿Cómo organizar el contenido estratégicamente?
Así como es importante conocer el público receptor de nuestros mensajes, también lo es, precisamente, el contenido de lo que vamos a comunicar.
Si nuestras publicaciones son esporádicas, excesivas o únicamente ofertan productos definitivamente no obtendremos buenos
La solución a esto se encuentra en la estrategia.
Hemos escuchado que “El contenido es el rey” y por trillado que esto parezca definitivamente es la verdad, por lo tanto hay que prestarle la atención que se merece sin escatimar en esfuerzos.
Es imprescindible que publiques contenido de valor, es decir que sea útil para tu audiencia, que le ayude a resolver algún problema o le enseñe algo. Eso hará que valoren tu post y además generará las reacciones que tanto queremos.
Además, si tu contenido es realmente útil, lograrás posicionarte como referente en tu área, lo que sin lugar a dudas inclina la balanza a tu favor cuando ese cliente ideal esté decidiendo a quien comprarle.
Es todo un arte
Esto no quiere decir que no haya espacio para las publicaciones de ventas, sólo que la prioridad la tiene el contenido de valor.
Hablando de ventas, lo mejor que puedes hacer es acompañar tus publicaciones con información de los beneficios que la persona obtiene si adquiere el producto o servicio que ofertas.
Finalmente también hay que incluir publicaciones que sólo sirvan para el entretenimiento, puedes hacer uso del humor o las efemérides, por ejemplo. Eso sí, trata de que todo esté relacionado a tu nicho.
Por otra parte, es muy importante que definas la frecuencia en la que publicarás ya que, como dijimos, no es nada aconsejable que publiques muy esporádicamente ni muchísimas veces al día.
La meta no es agobiar a tu comunidad de seguidores pero tampoco abandonarlos, hay que mantenerlos pendientes de tus post.
La forma de presentar el contenido cuenta
Podrás tener todo lo anterior bien definido y preparado pero si no encuentras la mejor manera de publicar tus ideas entonces hay muchas probabilidades de que tu esfuerzo se pierda en el infinito mar de lo intrascendente que existe en internet.
Todo se trata de conectar con las personas y la mejor manera de hacerlo es a través de las emociones, por lo que no vendría mal que aprendas un poco de neuromarketing.
Hay que usar imágenes y títulos de muy buena calidad.
Es decir, que se vean bien y llamen la atención de quienes navegan por la web. Asimismo, tienes que desarrollar competencias SEO para hacer que tu contenido pueda posicionarse en la web.
Ser creativo no es opcional, si deseas triunfar debes encontrar la manera de destacarte del resto, pero especialmente de tu competencia.
Lo otro que puedes hacer es fomentar a que las interacciones ocurran. Propón temas de debates que generen comentarios, haz encuestas, concursos, votaciones y todo lo que se te ocurra.
Todo es válido siempre que lo concibas previamente dentro de tu estrategia de contenido.
¿Cómo potenciar las reacciones de tu contenido?
Por una cuestión sencilla de estadística, mientras más personas vean lo que publicas, mayor será la probabilidad de que los clicks y las reacciones aparezcan.
Sin importar la cantidad de seguidores que tengas, si lo que quieres es que muchos vean tu contenido lo más efectivo es que pagues publicidad en la web, bien sea para posicionarte en los buscadores o para que aparezcas en las redes sociales de las personas.
Lo mejor de todo es que las opciones de promoción en internet te permiten segmentar tu publicación de modo que no sólo te verán muchas personas sino que además estas pertenecen a tu público objetivo.
Es una maravilla ¿no?
Si no estás muy convencido de lo que las publicaciones promocionadas pueden hacer por ti, lee esto: ¿Realmente me conviene invertir en publicidad?